Cuando la película pertenecía a las estrellas, cuando la pantalla era una gigantesca pantalla blanca tras una cortina, las marquesinas exteriores eran un enorme remolque flotando en el cielo.
Un enorme panel de King Kong vs. Godzilla con brazos en movimiento, un gran cartel en la marquesina de una sala cinematográfica anunciando Vacaciones en Roma con escenas famosas, un panel recortado exhibe las principales estrellas a 10 metros del suelo, muy cerca de la gente que alza sus cabezas observando a sus dioses...
Durante aquellos años, las marquesinas de los grandes cines solían ilustrarse con grandes papeles pintados con versiones adaptadas del cartel de la película proyectada: como el cartel original tiene un formato vertical y las marquesinas suelen ser muy panorámicas, se complementaba el título con imágenes extraídas de la película seleccionadas por el artista, ya que aquellos lienzos se hacían a mano, con pinceles. Con la llegada de los plotters, este oficio decayó hasta desaparecer.
Durante el apogeo del cine en la era Showa, se exhibieron "paneles pintados a mano" en los cines y distritos teatrales. Este precioso libro muestra todo el arte y las historias de los pintores de aquella época.
Este libro está editado en Osaka (Japón) pero lo puedes pedir por
¥ 8,000 aquí.
Tapa dura
353 páginas
Color y B/N
ISBN 13: 978-4908406621