El próximo jueves 7 de marzo, día del aniversario de su estreno en el Radio City Music Hall de Nueva York, TCM emitirá una copia remasterizada de King Kong y el documental Yo soy King Kong, narrado por el actor Alec Baldwin, en el que se repasa la vida de uno de sus codirectores: el productor, guionista, aviador y aventurero norteamericano Merian C. Cooper.
Según la leyenda del filme, Merian C. Cooper comenzó a idear esta historia una mañana después de haber soñado con un gorila gigante que atacaba Nueva York. También le influyó, sin duda, la lectura de novelas como La tierra que el mundo olvidó, de Edgar Rice Burroughs, y El mundo perdido, de Arthur Conan Doyle,que había tenido ya una versión cinematográfica.
Vendió la idea a los ejecutivos de la RKO mostrándoles una secuencia de prueba con unas maquetas fabricadas por Willis H. O'Brien, el mítico especialista en efectos especiales. Los directivos se sorprendieron. Nunca habían visto nada igual y dieron luz verde a la producción. El proyecto que tuvo varios títulos: The Beast, La Octava Maravilla, El Mono, Ape King, Kong… Finalmente el productor David O. Selznick bautizó la película con el nombre que todos conocemos: King Kong.
Cooper contó con su habitual equipo de colaboradores. Ernest B. Schoedsack fue su mano derecha como codirector y Fay Wray, con la que ya había trabajado en películas anteriores, la protagonista principal.
Lo más complicado, naturalmente, fue dar vida al gran gorila. Se utilizaron varias maquetas del animal, la más pequeña de dieciocho centímetros, y sus movimientos se filmaron siguiendo la técnica del stop-motion, es decir, fotograma a fotograma. La Isla de la Calavera, la morada de King Kong, era en realidad un conjunto de decorados que habían aparecido un año antes en largometrajes de aventuras como El malvado Zaroff y Ave del paraíso.
Pero en pantalla nada de eso importaba. Allí los espectadores veían a un enorme gorila que rugía, luchaba contra un enorme tiranosaurio, era capturado y llevado a Nueva York. Finalmente huía por sus calles hasta que llegaba al rascacielos más famoso de la ciudad, el Empire State Building. Escalaba sus paredes y, ya en lo más alto, luchaba contra unos aviones que le disparaban. Un final que no tardó en convertirse en un icono del cine. Una película de aventuras pero con hondura romántica. La historia de una bestia invencible vencida por el poder del amor.
LA HISTORIA:
Un equipo de cine van a rodar una película a la misteriosa isla de Teschio, al este de Sumatra. Allí los recién llegados descubren la existencia de una civilización prehistórica y de una tribu ancestral que secuestra a la atractiva Ann, la actriz protagonista, para ofrecerla en sacrificio ritual a King, un gigantesco gorila. El animal se enamora de la chica, defendiéndola del ataque de criaturas antediluvianas antes de ser reducido por la expedición. Inmediatamente se decidirá transportar al asombroso simio a Nueva York, para ser exhibido públicamente. El contacto de King Kong con un mundo que no es el suyo y el amor que siente por Ann precipitarán trágicamente los acontecimientos.